Maestros Advierten Que La Teoría Crítica De La Raza Se Encuentra En Las Escuelas Californianas

Durante el semestre otoñal del año 2020, Kali Fontanilla—una maestra de inglés de una preparatoria del distrito escolar de Salinas, California—se dio cuenta que muchos de sus estudiantes estaban reprobando una materia en común: estudios étnicos. Esto era durante del punto más severo de la pandemia cuando las clases se presentaban completamente en línea dejando atrasados a muchos estudiantes. Sin embargo, Fontanilla aún pensó que era raro ver tantas reprobaciones.

El municipio de Salinas cuenta con una población mayoritaria mexicana; todos los estudiantes de la clase de Fontanilla eran Hispanos y estaban aprendiendo al inglés cómo un segundo idioma. Los funcionarios quienes habían propuesto el añadir a materias de estudios étnicos a varios currículos—y el hacerlo de una forma obligatoria, tal como hizo el distrito escolar de Salinas—típicamente tienen en mente alumnos blancos afortunados para que aprendan de otras culturas. Hay una ironia en el obligar a integrantes de una minoría étnica a que lo estudien y además hay una ironía mayor en el hecho que los mismos estudiantes estaban luchando con la materia.

“Mis alumnos están reprobando a la materia de estudios étnicos” dijo Fontanilla, quien, a la vez, es descendiente de ancestros jamaicanos. “Yo diría que la mitad de mis alumnos están reprobando esta materia de estudios étnicos.”

Esto llamó la atención de Fontanilla motivando su investigación del contenido de la materia. Todos los maestros de la preparatoria utilizaron la misma plataforma digital para publicar planes de estudios y materiales del curso y Fontanilla decidió investigarlos. Se espantó con lo que había encontrado.

“Era como un lavado de cerebro extremo de estos jóvenes,” dijo Fontanilla. “Desde el inicio hasta el fin, toda la Teoría Crítica de la Raza.”

La Teoría Crítica de la Raza o CRT, ha vuelto un tema controversial en el debate sobre el aprendizaje que se debe ofrecer a los jóvenes de las escuelas públicas. Originalmente un pensamiento enigmático izquierdista que, por lo general, se ofrecía en cursos de estudios de maestrías para después influir a talleres de diversidad para corporaciones principales, congresos para maestros y hasta en el currículo de grados K-12. Las preocupaciones de los padres sobre la CRT se volvió un tema muy controversial durante las elecciones gubernamentales del año 2021 del estado de Virginia. Después de haber triunfado en su elección y de haber tomado su cargo político, el primer acto del contendiente Republicano Glenn Youngkin era la abolición de la CRT.

Muchos simpatizantes de la CRT niegan que se está presentando la materia a alumnos de las primarias y los principales medios rápidamente han sostenido al mismo punto. Por lo tanto, el descubrimiento de Fontanilla era tan significante.

“Los maestros hicieron que los alumnos aprendieran de las cuatro I’s de la opresión,” dijo Fontanilla. Las cuatro I’s eran institucional, internaliza, ideológica y la opresión interpersonal.” Y hubo una presentación completa de la Teoría Crítica de la Raza y hicieron que los estudiantes analizaran a la escuela por medio de la Teoría Crítica de la Raza.”

Diapositivas de los planes de estudios proporcionadas por Fontanilla confirman que el curso de estudios étnicos refiere a la Teoría Crítica de la Raza específicamente.

El significado original de la teoría, por lo menos al nivel universitario, es que el racismo domina a la sociedad estadounidense y a las instituciones estadounidenses que es imposible separar a cuestiones raciales de otros temas: Todas políticas, estructuras y leyes fueron formadas bajo los auspicios del racismo, una raza de pecado original que ha formado las instituciones nacionales. En su terminología común, opositores frecuentemente utilizan al término “CRT” mientras aluden a una seria amplia de conceptos tal cómo la interseccionalidad—la idea que existen distintos tipos de opresión que se acumulan—y el privilegio.

“Estos jóvenes ni siquiera quieran estas cosas,” dice Fontanilla, tomando en cuenta que la materia de estudios étnicos reemplazó la materia de salud que era mucha más popular—peor aún, en medio de una pandemia. “La mayoría preguntan, ‘¿Por qué tenemos que tomar esta materia?'”

Tendrían que hacer esa pregunta al gobernador de California Gavin Newsom y a la asamblea legislativa estatal controlada por Demócratas, que decidió obligar a los estudiantes tomar cursos de estudios étnicos en cada escuela pública. Newsom utilizó su veto en contra un mandado anterior que había sido criticado por que el currículo había contado con “terminología como ‘cisheteropatriarquía’ y ‘hxrstoria,’y refiere al capitalismo cómo una forma de poder y opresión a lado de la supremacía blanca y el racismo,” según Cal Matters.

La asamblea legislativa reformó a la propuesta de estudios étnicos y, en el 8 de octubre del año 2021, Newsom aprobó la legislación y se volvió ley. A partir de la clase del año 2030, todos alumnos de las preparatorias públicas en California estarán inscritos en la misma materia que habían tomado los alumnos de Fontanilla.

En una declaración publicada en el periódico digital, The Epoch Times, Dan Burns, el superintendente del distrito de Preparatorias de la Unión de Salinas, negó que se basaba la materia en la CRT pero a la vez reconoció que la CRT “es una fuente de referencia en nuestra materia y una de la estructuras dentro la lista de Resultados de Estudios Étnicos de los grados K-12.”

En realidad, se refiere a la CRT en el plan de estudios de la materia del distrito de estudios étnicos que se encuentra disponible en línea. El plan de estudios enfatiza que los alumnos estudiarán “traumas intergeneracionales” por medio de una lente interdisciplinaria y crítica. Se incluyen artículos eruditos recomendados sobre la Teoría Crítica de la Raza en el plan de estudios incluyendo “¿Quién tiene la cultura que cuenta con capital? Un análisis por la teoría crítica de la raza sobre la riqueza cultural comunitaria,” por Tara J. Yosso, una profesora de educación en la UCLA quien especializa en el tema de la Teoría Crítica de la Raza.

Una de las actividades recomendadas para los alumnos era hacer un “arcoíris interseccional.”

“Los alumnos calificarán sus identidades diversas correspondiendo con telas de color para crear arcoíris interseccionales. El plan de estudios indica ‘el género, la raza, la clase social, la etnia, la orientación sexual, las creencias espirituales, el nacionalismo, la habilidad, la edad, etc.,” “los alumnos harán una comparación y contraste de sus arcoíris interseccionales con sus compañeros mientras forman sus discursos por medio del paradigma de la interseccionalidad tal cómo indica las obras de Kimberlé Crenshaw.”

Crenshaw, una profesora en la facultad de derecho de la Universidad de Columbia es ampliamente reconocida cómo una de las figuras fundadoras de la CRT. (En una ocasión, la revista Vanity Fair la nombraron “el genio de la Teoría Crítica de la Raza.”)

Otras actividades posibles del salón incluyen la convocación de un tribunal fingido donde demandan a personajes históricos por haber sido cómplices en el genocidio de Indígenas Californianos “fomentando un discurso contrario orientado por la justicia social.”

La versión de la materia de Salinas incluye una “prueba de privilegio”: Se exige que se autocalifiquen los alumnos según su estatus de marginado o su falta de. El plan de estudios incluye una imagen de dos niñas blancas—para ser preciso, las hijas gemelas del expresidente estadounidense Republicano George W. Bush—en la cumbre de la jerarquía de privilegio.

“Algunas nacieron en la tercera base creyendo que habían bateado un triple juego,” dice Fontanilla, recordando el mensaje contemplado del ejercicio. “Así que, básicamente, nacieron en la tercera base y se titularon por que iban adelantadas.”

Tal vez hay muchas personas que consideran a tales actividades cómo una forma de activismo izquierdista infiltrando a los salones escolares. Fontanilla es una de ellas. Cómo una cristiana, conservadora y una mujer negra, no cree que los alumnos—mucho menos los suyos, aquellos aprendiendo el inglés cómo un segundo idioma—tienen que aprender a tomar en cuenta su estatus de privilegio.

“Está hiperenfocado en lo racial,” dice Fontanilla. “Y por dondequiera que hay un hiperenfoque en lo racial, siempre sigue el racismo.”

Fontanilla decidió que los padres de los alumnos tenían el derecho de saber del contenido del currículo y tomó las medidas para obtener al plan de estudios para no poner en riesgo su empleo en el caso que lo revelara. Pero cuando el distrito le entregaron los documentos, habían omitido las diapositivas que incluyeron la terminología Teoría Crítica de la Raza.

Decidió redactar una carta hacia el comité escolar en contra el currículo de estudios étnicos. La carta fue leída en voz alta durante la reunión del 22 de junio.

“No me agrada el ser complacida constantemente y el ser tratada de una forma distinta por el color de mi piel, especialmente porque no tuve la libertad de aprobarlo o no,” Fontanilla escribió, advirtiendo que el currículo era un intento de adoctrinamiento izquierdista. La declaración provocó ovaciones de parte de los otros padres en asistencia a la reunión. Cómo respuesta, el comité escolar prohibió todo comentario anti-CRT durante su siguiente reunión pública.

“Sabes bien que una cosa es una maldad cuando se vuelvan tan sucios en su defensa,” dijo Fontanilla.

Aún que ha recibido muchos elogios por haber embocado su declaración, Fontanilla también ha aguantado acosos preocupantes en línea incluyendo a amenazas de violencia. Una persona le dijo “que te diviertes siento la amiga títere negra de los conservadores blancos racistas para el resto de tu vida.”

“Básicamente son todos liberales blancos,” dijo de sus acosadores.

Fontanilla ya había decidido que no podría quedarse cómo maestra en el mismo distrito escolar; ella, con su esposo, decidieron mudarse a la Florida donde aspiraba encontrar a mejor empleo. Las experiencias gemelas del aprendizaje remote durante la pandemia y la educación enfocada en asuntos raciales la dejaron fría hacia la carrera de la enseñanza. Se acuerda que, durante el verano del año 2020, entre las manifestaciones de George Floyd, la administración de Salinas informó a sus maestros negros—incluyendo a Fontanilla—que serán honrados con un regalo.

El regalo, al fin de cuentas, era un cubrebocas que llevó el mensaje en inglés: Black Teachers Matter (Los Maestros Negros Cuentan).

“Yo nunca lo llevaría en frente de mis alumnos,” dijo ella. “Pienso que, especialmente si un joven no esté de acuerdo con Black Lives Matter, si traigo puesto este cubrebocas de Black Teachers Matter, él o ella sabrá automáticamente que no podría hablar libremente en mi salón.”

El regalo además incluyó una etiqueta que decía “I Love Being Black (Amo ser negro/a)” y una carta con un saludo antiguo africano “que reconoce el dios en mí y esos tipos de cosas.”

“Era tan extraño,” dijo ella.

Robby Soave es un Editor Superior para la revista Reason.

Este artículo fue publicado originalmente en Reason.com.

Kali Fontanilla actualmente vive en la Florida y ha inaugurado una escuela en línea, the Exodus Institute.

¿Eres tú un maestro/a o padre con una historia para compartir que se trata de la Teoría Crítica de la Raza u otro currículo político radical en el salón escolar? Escríbenos a info@goldwaterinstitute.org.